viernes, 22 de marzo de 2013

¿Homofobia institucional en la Universidad Simón Bolívar? ¿La universidad de la excelencia?













La semana de las organizaciones estudiantiles se llevó a cabo los días lunes, martes y miércoles de la semana académica número tres del trimestre septiembre-diciembre 2012, es decir del 1 al 3 de octubre en el área externa del conjunto de auditorios de la USB. El objetivo de esta actividad es dar a conocer a los nuevos estudiantes la gran variedad de grupos estudiantiles que hacen vida en la Simón con el objetivo de captar nuevos integrantes a sus agrupaciones. 
El día martes me acerqué por los estands a curiosear y deleitarme con las exposiciones de estas más de 40 agrupaciones. Con mucho agrado vi el entusiasmo de los chicos y chicas, todos en la actividad que les gusta o que les motiva a compartir ya sea por curiosidad o por interés de aprendizaje o por intenciones derivadas como hacer amigos. Hay grupos tan variados como los de apoyo institucional, recreativos, deportivos, científicos, recreativos científicos y deportivos recreativos.  Hay un club de scrable,   el grupo Baja SAE USB y el Fórmula SAE USB, que tantos logros le han dado a la universidad, el grupo de teatro, hay un grupo ecológico, otro geológico, uno de ciencia ficción, uno de exploraciones espeleológicas, un grupo católico, uno cristiano, uno wayuu y hay un grupo de Diversidad Sexual.  Me acerqué al estand del grupo de Diversidad sexual, saludé a las muchachas y los muchachos  y me quedé un rato con ellos. Muy cerca del lugar pude ver al joven del departamento de información y medios con la cámara fotográfica pensé que tomaría fotos mas no fue así, por lo menos en  ese momento. El día jueves 4 cuando aparece publicada la reseña del evento (se puede consultar aquí http://usbnoticias.info/post/20563 ), la revisé y vi fotos de casi el total de las agrupaciones, pero no estaba el grupo de diversidad sexual.
Tomando en cuenta el historial de esta agrupación dentro de la universidad no me queda más que pensar en un posible acto de discriminación sistemática y permanente hacia este grupo estudiantil.  Aunque confieso que no conozco los detalles, sé que esta agrupación hace vida en la universidad desde el año 2006, y que en varias oportunidades han solicitado ser aceptados por la universidad como agrupación estudiantil, lo cual se les ha negado supuestamente por no cumplir con los lineamientos institucionales de la Universidad Simón Bolívar. Ante esto, me remito al artículo número 1 del reglamento de organizaciones estudiantiles el cual menciona que “los alumnos regulares tienen plena libertad de crear centros, asociaciones, clubes y otras agrupaciones que estén orientadas dentro del espíritu universitario y persigan como objetivos el mejoramiento estudiantil, la colaboración en el cumplimiento de los fines y programas de la Universidad y la promoción de las actividades culturales, científicas, deportivas y recreativas. Para que estas agrupaciones sean reconocidas por las Autoridades de la Universidad deberán someterse al Reglamento de la misma y tener aprobados sus Estatutos por el Rector”.
Ahora bien yo me pregunto,  ¿cuál es el espíritu universitario? ¿a que se refiere este espíritu? Según los principios rectores de la Universidad Simón Bolívar, disponibles en su página web, se lee:
1.       La Universidad es fundamentalmente una comunidad académica, integrada por profesores y estudiantes que dedican su trabajo intelectual a la libre búsqueda de la verdad, a la creación y difusión del conocimiento, representado por la ciencia y las humanidades, y al cultivo de los valores trascendentales del hombre. La Universidad está al servicio de la nación y le corresponde colaborar en la orientación del país mediante su contribución doctrinaria en el esclarecimiento de los problemas nacionales.

2.       La Universidad tiene como misión fundamental procurar la formación integral de sus estudiantes a fin de garantizar un egresado con competencia profesional y sensibilidad social. La formación integral se define como un proceso educativo continúo que, partiendo de una concepción amplia del ser humano, procura el desarrollo armónico de sus diversas capacidades en favor del bien común. De esta manera, la Universidad se propone que sus estudiantes perciban el desarrollo científico y tecnológico en el ámbito del proceso social y económico que lo ha hecho posible, del ambiente natural que modifica y de las consecuencias humanas que comporta.

            ¿Es que acaso la formación integral no incluye la educación sexual? Los derechos humanos incluyen el derecho a una sexualidad libre y al libre desenvolvimiento de la personalidad. ¿Hasta cuando tanta hipocresía sobre la sexualidad? ¿Cuándo vamos a asumir, sobre todo en la universidad, ese rol del que se habla en el primero de los principios rectores, colaborar en la orientación del país, para el esclarecimiento de los problemas? El problema está aquí en la universidad, hay una institución que se niega a reconocer que hay una población diversa, que dentro de la universidad cohabitan personas de diferentes orientaciones sexuales: las jóvenes y no tan jóvenes que necesitan una orientación sexual que todo el país les ha negado, chicas adolescentes embarazadas, chicos afectados con enfermedades de transmisión sexual,  nadie habla de sexualidad, nadie educa sobre sexualidad. Sin embargo,  cuando una agrupación estudiantil se atreve a romper con los esquemas y querer educar en diversidad se le ponen trabas y excusas y se le coarta esa libertad que supuestamente tiene para formar organizaciones estudiantiles tal como lo dice su reglamento. ¿Por qué “la universidad de la excelencia” no da un paso al frente y se pone a la vanguardia y a la par de las grandes compañías internacionales como Google, Amazon, Microsoft, Apple, Facebook, Levis, Nike, Oreo, para nombrar tan solo algunas que han dado su apoyo a las uniones entre personas del mismo sexo y les reconoce sus derechos? Sabemos de por lo menos un par de casos de personal universitario que ha solicitado la inclusión de su pareja del mismo sexo en el seguro, y les ha sido negado. Sabemos que el bono por hogar solo se a las "familias" tradicionales, una sola persona cuenta como familia ante el censo de población. Una persona con su pareja del mismo sexo, aunque no estén casadas también constituyen una familia.  
Para su información,  se calcula que la población no heterosexual en Venezuela está alrededor de tres millones. Informes preliminares del último censo en Venezuela hablan de entre 4.000 y 6.000 parejas del mismo sexo que conviven como familia, estamos hablando de por lo menos 12.000 mil familias en cuyo seno hay un homosexual masculino o femenino. Se calcula que por lo menos un 40% de las mujeres ha tenido relaciones sexuales con otra mujer y la cifra para los hombres es muy similar. Si,  están aquí, existen, están entre nosotros en la universidad. Son profesores, profesoras, empleados y obreros hombres y mujeres, estudiantes chicas y chicos, son PERSONAS. ¿Por qué no dan un paso adelante como “la universidad de la excelencia” y les reconocen el derecho de sus parejas a un seguro, a beneficios por núcleo familiar, descuentos en las escuelas para sus niños, bonos para la compra de juguetes, entre otros beneficios?, ¿por qué no adelantarse en vez de seguir en el mismo atraso en el que esta sumergido el país en materia de derechos humanos para con la población no heterosexual?; o podrían hacer algo mucho más sencillo, comiencen por reconocer como agrupación estudiantil al grupo de diversidad sexual de la Universidad Simón Bolívar.