viernes, 4 de abril de 2014

Sobre los perros en la Universidad Simón Bolívar



El día martes 25 de marzo, en la Universidad Simón Bolívar, por orden de las autoridades se procedió a recoger a los perros que hacían vida dentro del campus universitario. El día 27 de marzo el vicerrectorado administrativo envió a través del correo masivo USB una nota titulada  “situación de los caninos en la universidad”. En dicha nota se explica que el proceso se llevó a cabo “con la colaboración de la alcaldía de Baruta a través de su centro de protección de animales” y que en el mismo se siguieron los “protocolos especializados”.

La profesora Daniuska González, quien ha hecho pública su molestia a través de un escrito por lo sucedido aportó mayores detalles sobre el incidente. Ella relata en su nota que quien llevó a cabo el procedimiento fue CEPROCAN y que los perros, tres no cinco como menciona el vicerrector, fueron fuertemente sedados. La acción de CEPROCAN fue en respuesta a la denuncia de una persona de la dirección de servicios de la Universidad realizada el día 11 de marzo.  

El día 27 de marzo el cuerpo de bomberos publica una nota en la que repudia el acoso al que han sido sometidos a través de panfletos con amenazas e insultos por la situación de los perros. Entiendo que la molestia de quienes se quejan por lo sucedido tiene que ver con el procedimiento y que no se hubiese informado a la comunidad que el mismo se llevaría a cabo. Esta molestia no justifica de ninguna manera que se amenace a ningún miembro de la comunidad universitaria. Esa no es la manera de expresar el rechazo a la acción de desalojo de los perros.

Recuerdo que el año pasado, 2013, me acerqué a varios profesores de la universidad para plantearles la posibilidad de reunirnos y proponer a las autoridades la creación de una agrupación para la protección de los perros que estaban en la universidad y en las cercanías, particularmente los muchos que se ven en la vía hacia Hoyo de la Puerta, tratando de emular la iniciativa de la organización Provida Animal y la Universidad Metropolitana. Esta organización dispone de un área dentro del campus universitario donde albergan perros sin hogar hasta el momento de su adopción. Pensé que se podría lograr hacer lo mismo en la USB. Para ese entonces, ya me preocupaba la cantidad de perros que se veían deambular por el campus. 

Debo expresar que desde el año 2007 tengo perros, y desde el año 2009 he ayudado a muchos perros sin hogar. Aunque no pertenezco formalmente a ninguna institución u organización protectora de animales lo hago de manera particular. Si en mi camino está encontrar hogar para algún perro lo hago, si puedo darle agua y alimento a algún perrito en la calle lo hago. Esta posición a favor de los animales no me impide ver y reconocer que los perros sin hogar son un problema de salud pública.

Repudio la manera como se llevó a cabo la acción de desalojo de los perros de la universidad. No obstante, por mucho que se diga que los perros eran parte de la comunidad universitaria, particularmente la negrita, que se había ganado el cariño de muchos profesores y estudiantes, lo cierto es que el campus universitario de la USB la UCV, la UCAB, ni el de  ninguna universidad es el lugar apropiado para un perro. Pues la realidad es que siguen estando en la calle.

Adicionalmente, son perros que hacen sus necesidades en donde primero les provoque. Se podrán imaginar ustedes que quienes disfrutan de los hermosos jardines de la universidad, profesores, alumnos y las personas de las comunidades aledañas se encuentren con las heces de los perros cuando se dispongan a sentarse en la grama. Se imaginan, acercarse a un árbol para descansar y percibir el olor a micción de perro. Es muy desagradable.

Quizás sea duro decirlo, pero lo que debió suceder hace mucho tiempo, es que quienes velaban por esos perros en la universidad debieron buscarle un hogar. Quizás hubo la intención, pero no pasó de ser más que una intención.  Aunque no sé cuánto tiempo exactamente tenían esos perros en el campus, la situación se mantuvo durante mucho tiempo y cada vez era más y más la cantidad de perros que llegaban para quedarse.

A manera de sugerencia. se debería organizar una jornada de limpieza para buscar y recoger las heces de los perros y prevenir se produzca alguna enfermedad como consecuencia de esas heces caninas. Así mismo sería una muy buena idea realizar una fumigación contra pulgas y garrapatas en los jardines.  

Hace algún tiempo a mí me prohibieron la entrada al campus universitario a donde solía ir con mis perros especialmente los fines de semana. A pesar de haber explicado que yo llevo mis bolsitas y recojo las heces de mis perros, pero entendí que no todas las personas actúan de manera responsable. La explicación para esa prohibición era que se debía cuidar los jardines. Por lo tanto, tiene mucho sentido que si no se permite el ingreso de animales acompañados de sus dueños, no se permita la permanencia de perros en la universidad.

La buena noticia es que, al parecer, todos los perros ahora están ubicados en hogares donde seguramente les brindaran los cuidados y cariños que ellos se merecen. Ciertamente, se extrañaran en la universidad pero han ido a un mejor lugar, un hogar, donde siempre debieron estar.  



Mensaje completo del vicerrector de la USB.

Por esta vía queremos manifestar nuestra más enérgico repudio a la injusta situación de violencia verbal, injurias y amenazas a la que se ha visto sometido uno de nuestros funcionarios, producto de la recogida de 5 perros, algunos de ellos con sarna, que se produjo el día 25/03/2014.

Por una parte, la decisión de recoger a los perros que deambulan por la Universidad fue del Vicerrectorado Administrativo quien asume todas las consecuencias de ella. Es una decisión normal, que se toma cada vez que el número de estos animales es tal que atenta contra la profilaxia y seguridad de la comunidad y de otros animales del campus. Esta decisión fue informada al Consejo Directivo en su sesión del 26/03/2014 y se va a mantener en el
futuro.

En esta oportunidad, la acción se realiza con la colaboración de la
Alcaldía de Baruta, a través de su Centro de Protección de Animales (
http://www.alcaldiadebaruta.gob.ve/v2/proteccion-y-control-animal-de-salud-baruta/), con protocolos especializados en su tratamiento y manejo. Destacamos que su misión es el promover y proteger la salud, la seguridad y el bienestar de los animales.

Expresamos nuestra disposición a apoyar cualquier iniciativa que promueva la adopción de estos perros que deambulan por la Universidad.

Finalmente exigimos el respeto que se merecen todos y en particular nuestros funcionarios que, de manera desprendida, no han hecho más que cumplir con su trabajo de una manera extraordinaria. Nuestra comunidad, ahora más que nunca necesita de ese modelo para poder lograr un clima de convivencia en armonía.


William Colmenares


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