viernes, 6 de septiembre de 2013

Sobre el conflicto universitario en Venezuela

SEPTIEMBRE 2013: UN BALANCE NECESARIO SOBRE EL CONFLICTO UNIVERSITARIO
Autor: Antonio D´Alessandro Martínez
La FAPUV decidió el miércoles 04-09-13 solicitar a las directivas de las asociaciones de profesores la convocatoria a asambleas de profesores para que propongan en ellas el cese del paro universitario indefinido basado en que se han alcanzado acuerdos importantes en las mesas de trabajo. Se necesita entonces urgentemente un balance  sobre el conflicto universitario.  A mi juicio todo lo acordado en dichas mesas está contemplado en las Normas de Homologación, Ley de Universidades y Ley del Trabajo vigentes y si éstos instrumentos legales se han incumplido ¿por qué razón dichos acuerdos, que jurídicamente están por debajo de dichos instrumentos legales, se van a cumplir? La base de razonamiento de FAPUV se parece desde el punto de vista matemático al caso de una recta horizontal, en donde se ha marcado un cero en el centro de dicha recta, antes del paro estábamos en el lado izquierdo del cero (números negativos) ¿podemos afirmar que actualmente, luego de cuatro meses de paro y negociaciones, estamos de nuevo en el punto cero (reconocimiento de los instrumentos legales antes citados)? Creo que este no es el caso, a mi juicio nos mantenemos en el lado negativo de la recta ¿qué aspectos nos harían avanzar hacia su lado positivo? Percibo que dos de ellos serían, el aumento de salario y el presupuesto universitario (incluyendo  las providencias estudiantiles). En el primer caso, el aumento otorgado a los profesores (56% para el 2013) solamente compensa la inflación pronosticada para este año ¿qué ocurrirá con el aproximado 200% de aumentos no realizados desde el 2004 hasta el presente por concepto de normas de homologación no aplicadas? Respecto al presupuesto universitario, ¿seguiremos aceptando como presupuesto “ordinario” la mitad de lo solicitado cada año, lo cual ha agravado la situación de las universidades autónomas respecto a la situación ya difícil que presentaban en la “IV República” con presupuestos también deficitarios  aunque en menor proporción? La revisión de la historia reciente de los conflictos universitarios, caracterizados por respuestas retardadas,  a veces carentes de una planificación adecuada y del análisis a profundidad de los logros, errores y limitaciones de conflictos pasados, donde como en todo acontecer humano han intervenido cálculos políticos e intereses personales, nos permite concluir que será muy difícil organizar de nuevo, una vez que cese el paro indefinido, un movimiento con capacidad para exigir estos aspectos medulares para la sobrevivencia de la universidad autónoma, sin embargo, este es un reto que debemos afrontar porque en ello se nos van nuestros proyectos de vida y también el país ¿por qué no ha sido posible avanzar hacia el lado positivo de la recta? Fundamentalmente porque el gobierno nacional no ha querido, ¿razones? Muchas: 1. se debe dar una sensación de derrota al movimiento profesoral, para impregnar de desmoralización a los profesores universitarios y a todos los trabajadores del país. 2. Frenar las exigencias de indexación salarial que los trabajadores venezolanos han levantado ante la creciente inflación. 3. Propiciar la sustitución de las dirigencias gremiales que no han sido complacientes por otras proclives al “proyecto revolucionario”. 4. Liquidar a la universidad autónoma por la vía de la asfixia presupuestaria,  violaciones de la Constitución Nacional, suspensión de elecciones universitarias, enfrentamientos entre gremios y un sistema universitario paralelo (unefa, ubv, etc.), actos terroristas en  las universidades y agresiones a los dirigentes gremiales y autoridades universitarias. 5. Presupuesto nacional insuficiente (obviamente debido a una administración ineficiente y corrupta) para afrontar las diversas exigencias laborales: aumento de sueldos por homologación y heterologación, cumplimiento de actas convenio, aportes a los IPP y cajas de ahorro, presupuestos universitarios adecuados, pasivos laborales con la compensación por inflación y morosidad, etc. ¿Es este el momento más adecuado para interrumpir el paro universitario? Esto debe ser analizado haciendo un balance sin prejuicio de lo acontecido hasta ahora en las mesas de trabajo, de las alianzas logradas con otros sectores laborales y las que pueden lograrse en el futuro de persistir o no el conflicto y/o el paro, la situación preconflictiva que presentan esos sectores que exigen a partir de este mes de septiembre la firma de nuevas contrataciones colectivas cada vez más exigentes para el gobierno nacional. Se requiere discutir con el gremio estudiantil las diversas visiones del conflicto  ¿Están satisfechos con lo logrado hasta ahora, esencialmente el aumento de las becas de 400 a 1000 Bs? ¿Están dispuestos con continuar el paro o desean que cese para reorganizar sus fuerzas y recuperar el tiempo perdido en sus estudios? ¿Están en condiciones para mantener un conflicto permanente sin paro hasta lograr los objetivos planteados? Lo que es evidentemente cierto, independientemente del desenlace final, es que las exigencias realizadas por los profesores y estudiantes, y la decisión del paro indefinido ante la intransigencia del gobierno nacional,  ha tenido gran acogida en amplios sectores de la población, sin importar el color político, y se nos percibe de nuevo como protagonistas de las conquistas laborales y políticas en Venezuela. También en lo interno de las universidades ha quedado cuestionada la postura de que no se podía realizar un paro indefinido porque el gobierno iba a intervenirlas, se ha superado el síndrome PDVSA,  lo cual determina la vigencia del irrenunciable derecho a huelga y representa un avance sustancial en la recuperación del movimiento laboral venezolano.