¿Homofobia
institucional en la Universidad Simón Bolívar? ¿La universidad de la
excelencia? II
(para leer la primera parte aquí)
En septiembre del año 2012 asumí la
responsabilidad de ser la Profesora Asesora del grupo de Diversidad Sexual de
la Universidad Simón Bolívar. Desde entonces iniciamos en el grupo un proceso
de renovación. Se hizo la revisión de los estatutos que rigen la agrupación.
Los adecuamos a los requerimientos de la institución con miras a solicitar por
cuarta vez en siete años la formalización de la agrupación ante la Universidad.
El proceso fue largo pero muy productivo.
Tratamos de darle a la agrupación una misión más educativa, que al fin y al
cabo es nuestra razón de ser, es decir, tratar de disminuir la ignorancia que
reina en el país sobre el tema de la sexo género diversidad. Finalmente, el día
lunes 4 de febrero del presente año 2013 se introdujo la solicitud en la
oficina correspondiente en el centro de estudiantes de la USB.
Transcurridos casi dos meses el día 26 de abril
nos informaron que ya había sido emitida una respuesta a la solicitud. Para
nuestra sorpresa, la respuesta que se emitió fue negativa. Al revisar la
respuesta en detalle nos percatamos de que la solicitud que había sido
rechazada una vez más no era la que había sido entregada en febrero sino una
anterior. La solicitud evaluada y rechazada correspondía a la segunda que se
hizo en el año 2007 cuando había otra junta directiva. Ahora bien, ¿cómo se
explica que eso suceda?
Al tratar de indagar sobre lo que pudo haber
sucedido, fuimos hasta la oficina de la Dirección de Desarrollo Estudiantil
(DIDE). Oficina encargada de recibir la carta, entregarla al director de este
despacho el Prof. Oscar Pérez, quien a su vez debía pre-aprobarla y enviarla a
la oficina del rectorado para someterla a la evaluación del Rector de la
Universidad.
En la oficina de DIDE nos recibió una de las
secretarias del Prof. Pérez. La señora nos informó que ella misma había
recibido la carta y se la entregó en sus
manos al Prof. Pérez, quien a su vez dijo: “muy bien, démela que yo voy ahora
mismo para el Rectorado a reunirme con el Rector y se la entregaré”. Le
solicitamos a la señora secretaria nos facilitara una copia de la carta que
debía permanecer en la oficina, tal como debe suceder, a lo cual ella
respondió, “no puedo darles una copia, porque la única que tenemos es la que
nos entregaron y esa la tiene el profesor Pérez en su poder”. Ahora, no es que uno quiera pensar mal ni
juzgar a la gente de buenas a primeras, pero en vista de que el Grupo de
Diversidad Sexual ha sido tan discriminado y la solicitud ha sido rechazada
antes en tres ocasiones, no resulta difícil que la mente nos juegue una mala pasada
y pensar mal, ¿cierto?
El caso es que, en todo el relato de la
secretaria y el viaje de la carta de solicitud que no aparece por ningún lado,
no podemos ignorar que el procedimiento no se siguió como debía ser. Primero,
las dependencias universitarias, al recibir una solicitud, deben archivar una
copia y mantenerla en las oficinas. Segundo, porque razón, el profesor Pérez ha
de realizar una tarea que le corresponde a los mensajeros. Es decir, lo que debía
hacer el director de DIDE era leer la solicitud, aprobarla y remitirla a través
del mensajero a la oficina de Rectorado. ¿Por qué se hizo de esta manera? ¿Cómo
se explica que la solicitud de formalización de la agrupación entregada el 4 de
febrero no esté en las oficinas del Rectorado, y en su lugar esté otra? Repito,
no queremos pensar mal, ni juzgar a nadie, pero caramba, ciertamente causa
mucha suspicacia todo lo sucedido.
El día viernes 10 de mayo introdujimos en la
oficina del rectorado una carta solicitando la revisión de la solicitud de
formalización de la agrupación amparados en el error cometido por alguien,
presumiblemente de manera involuntaria. Esperamos no estar frente de un caso de homofobia institucional
de manos de quienes detentan posiciones de poder en la universidad.
El 16 de mayo solicitamos de manera verbal una
reunión con el Rector de la universidad para conversar sobre el asunto, puesto que no obtuvimos respuesta, el 20
de septiembre solicitamos por segunda vez y de manera escrita y formal una
reunión con el Rector. Vale la pena recordar que el 17 de mayo es el día Internacional contra la homofobia y la transfobia, dado que en esa feca hace 23 años
la Organización Mundial de la Salud eliminó la homosexualidad de su lista de
enfermedades.
Hoy 28 de octubre,
pasado más de un mes, no hemos recibido ninguna respuesta. Esperamos una respuesta positiva de aceptación y
reconocimiento del Grupo de Diversidad Sexual de la Universidad Simón Bolívar
como una Agrupación Estudiantil formal para poder seguir llevando a cabo la
labor educativa que queremos realizar. Precisamente para que acabemos con la
homofobia en las instituciones de educación. La homofobia es un tipo de discriminación que tiene solución a través de la educación. Queremos hacer
nuestra labor.
Grupo de Diversidad Sexual USB
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