Evité escribir sobre lo sucedido en la Universidad Simón Bolívar el día miércoles 3 de julio de 2013 durante
muchos días. No quise hacerlo hasta haber superado la molestia vivida y sufrida
ese día. He aprendido que no es bueno escribir y publicar o enviar lo que uno
escribe cuando se está molesto por algún evento en particular. Sin embargo, el día lunes 8 de julio. Leí en twitter la convocatoria de la Federación
de Centros de Estudiantes de la USB para una asamblea a realizarse el 9 de
julio. A este anuncio escribí desde mi
cuenta @qfranco lo siguiente: Espero no
se les ocurra otra estupidez como la del miércoles pasado. RT @FCEUSB: Asamblea
de Estudiantes mañana a las 9:30 ¡ASISTE!
Seguí haciendo
comentarios y mencionando en los mismos la cuenta de la Federación. Mis tweets fueron así: A los líderes no se les puede seguir ciegamente y acatar todas sus órdenes.
@FCEUSB lo del miércoles pasado fue insensato y arbitrario.
Radicalizar un conflicto no tiene que ser sinónimo
de anarquía. @FCEUSB el apoyo que se ha ganado puede perderse con esta acción
visceral.
El respeto que se gana se puede perder fácilmente
con acciones que perjudican a quienes son parte del conflicto.
Le recomiendo al bachiller Álvarez que razone sus
acciones y las consulte con la población que representa.
Una encuesta rápida en asamblea le dirá que muchos
alumnos estuvieron en desacuerdo con esa tranca en la USB el miércoles pasado.
La prepotencia en un líder no es una
característica deseable ni augura un buen futuro.
Cuando se tienen las metas claras y el
contrincante identificado las acciones deben ser muy bien planificadas y
pensadas.
Minutos más tarde, un usuario de nombre Luis Cano @_luiscano me responde con los siguientes tweets: 1) ya
Daniel habló y explicó las razones de lo que pasó en la asamblea de hoy y se
dió la oportunidad de q la gente drenara. 2) ya
aceptó su error así que hay que dejar de hacer leña del árbol caído. Se
aprendió con esto y se que no volverá a pasar.
Esto lo habría pasado por alto de no haber sido porque me pareció algo
insolente, que se pretenda callar a quien expresa una molestia y lo único que persigue
es aportar algo positivo a la discusión. Es que no es esto precisamente lo que
no nos gusta del gobierno, que pretende callar nuestras voces. ¿No es esto
incongruente con la lucha que estamos tratando de dar?
Mis siguientes tweets fueron así:
Estoy en todo mi derecho de quejarme tantas veces
como quiera. Nadie me lo puede impedir. Fui afectada ese día.
Tenía un foro programado para ese día miércoles con tres
invitados de los cuales dos no pudieron llegar por ese desastre
El respeto, apoyo y buena opinión que tenía sobre
el joven Álvarez se acabo ese día. Así de simple.
Para mí no es más que un niño malcriado, inmaduro
y prepotente. Que perdió la perspectiva y contacto con la realidad.
Tengo derecho a quejarme: he respetado el paro,
voy a marchas, asambleas, caminatas, protestas y cuanta actividad se convoca.
Mientras siga cortando el árbol seguiré haciendo
leña.
A este tweet el usuario @_luiscano responde: Muy buen ejemplo profe. Así quiere
enseñarle comprensión a Daniel RT @qfranco: Mientras siga cortando el árbol
seguiré haciendo leña.
Para finalizar le
escribo:
Si son líderes deben estar dispuestos a aceptar
las críticas. @FCEUSB si no van por mal camino.
No solo se aprende de los buenos ejemplos, los
malos también enseñan, quizás más. En ingles se dice: “to teach right from wrong”.
Y se lo repito: Si son líderes deben estar
dispuestos a aceptar las críticas. Si no
van por mal camino.
Ese día no solo
la actividad que tenía programada se vio perturbada, todas las actividades de
todos quienes hacemos vida en la universidad y estamos sufriendo el maltrato
del gobierno tuvimos que soportar y sufrir el maltrato de nuestra propia gente.
El cine foro estaba pautado para las 11:30 am., pero comenzó una hora más
tarde. Me tocó ir caminando hasta la entrada a buscar a una de las personas
invitadas. Convencerlo de dejar su carro en frente y llevarlo caminando desde
la entrada hasta el conjunto de auditorios. El foro se extendió hasta las 3:30 de la
tarde. Me tocó nuevamente llevarlo hasta la entrada caminando a rescatar su
carro y que pudiera salir con tranquilidad. A esa hora, yo no había podido
almorzar, con las consecuencias que eso acarrea para mi salud. Cuando
finalmente pensé que me iría a casa a las 4:00 p.m. La salida del transporte universitario
tanto de estudiantes como de empleados tampoco
fue posible. No fue sino hasta
las seis de la tarde que al grupo de estudiantes se les antojó permitir la
salida de las personas que estábamos presas en el campus de la USB.
Al día siguiente, ningún periódico reseño la noticia, nadie del gobierno
hizo mención del incidente. ¿A quien afecto la medida? ¿Al gobierno? No. Esa acción
espontanea, se tornó en una medida anárquica que solo perturbó la vida de profesores,
estudiantes, empleados y obreros que a diario laboran en el campus. ¿A quién
más perjudicó esa acción insensata? A los vecinos, a personas que van a la
universidad a recibir atención odontológica, a quienes circulan por los
alrededores, etc. ¿Creen acaso que así ganaremos apoyo para nuestra lucha? No, definitivamente no. Por el contrario, podríamos
perder mucho apoyo ya ganado en la sociedad.
Las acciones deben estar orientadas a convertirnos en la piedra en el zapato
de quienes están en el gobierno y hasta ahora no nos han escuchado. Son las instituciones responsables del
conflicto quienes tienen que sufrir las consecuencias de nuestra protesta por
demás justa.
Un poco de cordura. Tanta experiencia, tantos conflictos, tantas caídas y
aún no hemos aprendido a dirigir bien nuestra luchas.