Este árbol ya no existe. El año pasado colapsó consecuencia de las intensas lluvias |
Con mucha alegría y emoción he leído la noticia publicada el día de hoy
sobre el inicio de una campaña para salvar los árboles y jardines de la
Universidad Simón Bolívar. Desde hace algunos meses atrás he notado como en
varios puntos del campus universitario algunos árboles han sido cortados como
consecuencia de enfermedades causadas por hongos, parásitos y otros patógenos. Lo
he comentado en clase a mis alumnos como este problema quizás poco evidente
para algunos dentro de nuestra muy ajetreada agenda diaria, pero, para quienes nos preocupa
la naturaleza y el medio ambiente, ver no uno sino cuatro y hasta cinco árboles
talados en el campus, así como otros que a simple vista se ven enfermos, es un
motivo de preocupación. Aplaudo la iniciativa de los departamentos involucrados
y de los entes privados que participaran en la tarea de recuperación de los
árboles y el mantenimiento de los jardines. Comparto la noticia tal como fue publicada en
el Portal USB noticias.
Un censo realizado recientemente sobre los árboles enfermos del
campus de Sartenejas, muestra la realidad que existe más allá de los
prados verdes, amplios jardines adornados de flores y de diferentes
plantas ornamentales.
Se trata del cada vez más evidente deterioro de las condiciones en
que se encuentran tanto los jardines como los árboles, afectados por
plantas hemiparásitas, hongos y otros patógenos que, además de dañar el
aspecto general de los árboles, deterioran su fisiología, lo que ha
provocado la muerte de ramas, en unos, o la muerte de árboles completos,
en casos extremos.
Aminta Villegas, coordinadora del Rectorado, y Elena Raimúndez,
profesora del Departamento de Organismos, junto a Delia Gutiérrez y
Pedro Delvasto, del departamento de Ciencias de los Materiales, son
responsables del proyecto Recuperación de árboles enfermos y reciclaje
de desechos metálicos, y explican que la idea de diseñar una campaña
para salvar los árboles surgió a raíz del primer Ecoencuentro Un Día por
la Simón, y que en sus dos ediciones se han realizado sendos censos
para identificar y contabilizar los daños que muestran los árboles
debido a las condiciones climáticas que han cambiado en los últimos años
y a la falta de un tratamiento fitosanitario adecuado.
El proyecto fue propuesto al Fonacit el año pasado para ser
considerado dentro del programa de Fortalecimiento de espacios de
docencia, pero no fue seleccionado, por lo que se presentó recientemente
a la Asociación de Egresados, con el propósito de involucrar a la
comunidad uesebista a través de la campaña Adopta un árbol, y que
consiste en recolectar fondos para la recuperación de los jardines y el
tratamiento específico de los árboles enfermos, potenciar su
aprovechamiento con fines docentes en algunas carreras de la
Universidad, y para el esparcimiento de los habitantes de las
comunidades vecinas y de toda la zona de Caracas.
En cada árbol recuperado habrá una placa con los nombres de las
personas que contribuyeron a su recuperación; la placa será hecha con
materiales metálicos reciclados, particularmente llaves en desuso que
hayan sido recolectadas en la propia comunidad universitaria. Sobre esta
campaña, explicó Aminta Villegas, se informará próximamente.
Diagnóstico y tratamiento adecuados
Los jardines de la USB, una de las áreas verdes cercanas a la ciudad
de Caracas, con cerca de 20 hectáreas, albergan árboles emblemáticos de
distintas regiones de Venezuela: bucares de diferentes especies, ceibas,
samanes, robles, chaguaramos, entre otros, árboles que a su vez forman
parte del hábitat natural de varias especies de aves que contribuyen a
la dispersión de sus semillas y a la reforestación natural de la ciudad a
través del acarreo de las mismas por los diferentes corredores
biológicos que se crean, al conectar unas áreas naturales con otras,
explican las expertas.
El proyecto propone iniciar un diagnóstico puntual hecho por un
agrónomo fitosanitarista sobre los problemas que están causando el
deterioro de los jardines y, particularmente, de los árboles; de allí
que esté considerado contratar a un experto en jardines para que
adiestre al personal de la universidad en el trabajo a realizar, al
tiempo que dirija las operaciones fitosanitarias.
Luego del diagnóstico, se debe realizar el tratamiento adecuado, que
incluye la poda selectiva de ramas y la eliminación mecánica de plantas
parásitas para evitar su propagación. Una vez eliminadas las plantas
parásitas y podado selectivamente algunas ramas para evitar posibles
accidentes por su caída eventual, se debe proceder al saneamiento de las
heridas hechas en los árboles para evitar la entrada de nuevos agentes
patógenos, explica Elena Raimúndez. Finalmente, debe dársele
mantenimiento y recuperarse toda el área de los jardines de la USB, para
lo cual se tomarán las acciones necesarias adecuadas para cada una de
las áreas.
Para el desarrollo del proyecto se requiere una inversión inicial en
motosierras, desmalezadoras, podadora de altura, elevador de personal
(camión sky), herramientas como machetes, hachas, materiales para el
tratamiento fitosanitario de los árboles tratados, fertilizantes,
guantes de cuero, caretas de protección, lentes de seguridad, fajas,
protectores de oídos y materiales para rapel, como parte de los equipos
que ofrezcan seguridad a los obreros cuando realicen el trabajo. Además,
se requiere la contratación del agrónomo fitosanitarista para el
diagnóstico y seguimiento de los trabajos a realizar.
Disponible en: http://usbnoticias.info/post/25791
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