En medio de las discusiones por un salario digno para los profesores
universitarios, los empleados y obreros de las universidades nacionales, un
presupuesto justo para las universidades, incremento en el monto de becas para
estudiantes y el respeto y reconocimiento a los gremios universitarios que
representan a los profesores, empleados y obreros entre muchas otra exigencias;
y luego de la publicación de algunos de los beneficios otorgados
unilateralmente por el gobierno me di cuenta de lo injusto que es y han sido
las leyes para con las personas no casadas.
Los no casados somos personas que hemos decidido permanecer en estado de soltería
por muchas razones, entre otras, por
voluntad propia, porque la ley no nos los permite (el caso de los
homosexuales), porque encontramos refugio y placer en nuestro trabajo (los
adictos al trabajo), porque estuvimos casados y la relación no funcionó
(divorciados, pero que al divorciarse vuelven a ser solteros), los solteros con
o sin hijos, solteros en busca de pareja, solteros en transición, en fin, somos
solteros y ya. No necesariamente solterones o quedados como despectivamente se
nos llama.
Entre los beneficios laborales leí que decía bono por hogar, bono por
matrimonio, bono por hijos, bono para comprar juguetes, aportes por nacimientos
de hijos, bono para útiles escolares, ayudas para hijos con necesidades especiales,
becas para hijos, y finalmente una prima por hogar. Cabe destacar que esta prima
por hogar se cancela actualmente pero los profesores solteros no la percibimos.
De manera que mientras leía la noticia sobre los muchos beneficios para los
trabajadores universitarios trataba de ubicarme para ver en cual encajaba,
buscaba ver cuál de esos supuestos beneficios recibiría y al final me di cuenta
de que no recibiría ninguno de los allí mencionados por el simple hecho de ser
una mujer soltera. Nunca antes me había
sentido discriminada por el hecho de
pertenecer al grupo de los no casados, los no alineados con el matrimonio o los disidentes
del matrimonio como jocosamente he decidido denominarnos.
Pero, no le restemos importancia por haber escogido una denominación algo
lúdica. No, el asunto sobre el que escribo es realmente serio y hay que tomar
acciones y decisiones al respecto. Yo me
pregunto, y ¿es que acaso por ser soltera no mantengo un hogar? ¿Cuál es la
justificación para no otorgarnos un bono o prima por hogar a las personas
solteras. Yo mantengo un hogar, aun cuando soy soltera, vivo en una casa
alquilada, es decir, mensualmente debo cancelar un alquiler para poder vivir en
ese lugar.
De la misma manera, debo cubrir gastos derivados de un hogar, debo pagar el
servicio de agua, electricidad, servicio de gas, aseo, relleno sanitario, teléfono,
internet, televisión por cable. Así mismo, debo hacer mercado. Todos estos son
gastos relacionados con el hogar.
Pero y además si no tengo hijos humanos, ¿no merezco ningún otro bono? Yo
tengo perros, ¿qué tal si consideramos que nos otorguen bonos por nuestros
perros? Quizás esto sea incomprensible para las personas en general, pero para
quienes tenemos mascotas, sabemos de lo que yo hablo. Mis perros son mis hijos,
mis perros son mis compañeros de vida, mis perros son mi familia. Sí, es
cierto, algunos escogen una pareja para compartir su vida, yo escogí a mis
perros, ellos son la familia que decidí tener. Mis perros comen, mensualmente
debo comprarles un saco de alimento, que dicho sea de paso es importado y, cada
mes tiene un precio diferente. Mis perros deben ir a la peluquería todos los
meses. Ellos se enferman y debo llevarlos al veterinario y comprarles medicinas.
En navidad debo comprarles sus juguetes. También en temporada decembrina debo ocuparme
de que no sufran las consecuencias de los fuegos artificiales. En fin, lo que
trato de explicar es que aun cuando no tengo niños, tengo dos seres, dos perros
que dependen de mí. ¿Qué eso no es exactamente lo que los casados hacen con sus
hijos? ¿No merecemos los solteros un bono por nuestros perros? Ayudas para
medicinas de nuestras mascotas, bono para compra de juguetes para nuestros
mejores amigos. Yo creo que sí.
¿Y que sucede con aquellos solteros que aún viven con sus padres? No por el
hecho de vivir en casa de sus padres significa que tienen sus gastos cubiertos,
no. Muchos deben contribuir en el hogar, ya sea de manera parcial o total, pero
alguna contribución deben aportar a sus padres.
Como profesora debo considerar gastos para comprar libros, asistir a
cursos, talleres, ponencias, foros, debates, conferencias y toda actividad que
sea parte de mi desarrollo profesional y también presentar mis aportes como
investigadora. Deberíamos tener la opción de disfrutar de esos bonos de
estudios, es decir, si no tengo hijos, yo podría solicitar que esos bonos se me
otorguen para mi desarrollo profesional. Veamos esto como un premio adicional
por no tener hijos, por dedicarnos a entregarle a nuestro país nuestros
conocimientos, ese es nuestro aporte al país. En vez de traer niños al mundo, a
nuestro país, le otorgamos desarrollo, conocimiento.
De manera que, si vemos esto de manera objetiva, estamos en presencia de un
tipo de discriminación que hemos ignorado durante mucho tiempo, al asumir que
todos debemos nacer, crecer y reproducirnos, estamos encasillándonos en el
estereotipo, en una imposición social discriminatoria. Para recibir beneficios laborales adicionales, ¿debemos
casarnos y tener hijos? No, esto es absolutamente discriminatorio.
Mi lucha entonces inicia desde ahora a favor de los solteros, los no
casados, los no alineados con el matrimonio, los disidentes del matrimonio. También
merecemos beneficios laborales. No más discriminación por haber escogido la
soltería. Por un trato justo e igualitario a nivel laboral. Por el respeto a
nuestro estado civil.
El llamado es para las asociaciones de profesores, empleados y obreros a abogar por beneficios para los solteros.